BASÍLICA DE PILAR. SIMBOLISMO TAOÍSTA.
BASÍLICA DE PILAR. SIMBOLISMO TAOÍSTA.
El Pilar de Zaragoza es un templo muy especial y que cuenta con aspectos poco conocidos. Hace unos meses os hablé del tímpano (imagen 1) que se encuentra en su fachada (https://www.viajarverencontrar.com/2020/03/zaragoza-i.html) y que es lo único que nos queda de la primitiva iglesia románica.
En esta ocasión os mostraré influencias orientales en él. Sí, orientales, habéis leído bien, concretamente taoístas. Vestigios que creo, al menos yo no conozco ningún otro, son únicos en un templo occidental. Estas influencias se ven plasmadas en la presencia de simbolismo cosmológico y alquímico. La cosmología china trataba de establecer un orden cósmico mediante las separaciones duales.
La explicación podría estar en la dos hechos coetáneos. La construcción de la Basílica del Pilar se produjo principalmente a lo largo de lo siglos XVII y XVIII (su piedra angular fue colocada el día de Santiago de 1681) al mismo tiempo que la Compañía de Jesús extiende su influencia en China produciéndose el consiguiente intercambio cultural.
En la imagen 2 tenemos una vista aérea del templo que tiene su correspondencia en la imagen 3. La Basílica tiene una estructura general que representa ese proceso cosmológico chino de separaciones duales del yin y el yang. Pero es más, se trata de una base matemática binaria que representan los pares de opuestos y complementarios. Bien, el templo tiene una cúpula (2 elevado a 0 = 1), dos cúpulas elípticas (2 elevado a 1 = 2), cuatro torres (2 elevado a 2 = 4) y ocho cimborrios octogonales (2 elevado a 3 = 8). Para seguir debemos pasar al interior, a la capilla de la Virgen: rodeando la citada capilla tenemos 16 puertas (2 elevado a 4 = 16) con dos simbólicos relieves en cada una de ellas y sobre el dosel de la capilla, cubriéndola, la custodian 32 esculturas (2 elevado a 5 = 32) de Doctores y Padres de la Iglesia y ángeles.
El ejemplo más representativo de este simbolismo taoísta lo tenemos en los llamados hexagramas que se encuentran presentes en dada uno de los ocho lados de los cimborrios antes citados y que corresponden a las ocho cúpulas de las naves laterales. Estos hexagramas consisten en un conjunto de seis líneas que pueden ser continuas o divididas por la mitad (matemática binaria). El numero total de hexagramas presentes es de 64 (ocho cimborrios por ocho lados).
En la tradición taoísta son precisamente 64 los hexagramas presentes en el I Ching o El libro de las Mutaciones. Posiblemente sea el libro conservado más antiguo de la Humanidad pues está fechado en el siglo XII a. de C. En el I Ching ( ䷿ 未濟 ) se advierte un sistema de numeración binario, a la vez geométrico y aritmético, en el que una línea continua es a la vez todos los números impares, y una quebrada, los pares. En este libro se nos presenta la secuencia del rey Wen ( 文王卦序 ) aunque más a menudo se usa la secuencia de Shao Young que os muestro en la imagen 4. En este esquema podemos ver más claramente la secuencia de 1-2-4-8-16-32 citada anteriormente sobre la estructura general del templo.
El hexagrama que aparece en los laterales de estos cimborrios es siempre el mismo, el 64, wei chi (imagen 5). Su significado es significa “Antes de la conclusión” o "Antes de la consumación". Está compuesto por dos trigramas: el trigrama inferior es ☵ (坎 K’an "el agua") y el superior es ☲ (離 Lí "el fuego"). El hexagrama 64 representa la previa unión del Cielo y la Tierra, el espíritu y la materia, el Sol y la Luna, el Fuego y el agua.
Según algunos textos taoístas estos dos trigramas unidos representan la conjunción de los dos ingredientes con los que se prepara el elixir de la inmortalidad. K'an y Lí se mencionan en diferentes tratados taoístas sobre alquimia interna. Tienen gran importancia pues se cree que el deterioro y consiguiente envejecimiento del cuerpo humano se debe al desequilibrio entre estos dos tipos de energía. El hexagrama representa esencialmente la compenetración del agua con el fuego, o la Luna con el Sol. Recordemos que en la iconografía cristiana y mariana aparece la mujer apocalíptica relacionada con la Virgen "vestida de Sol y con la Luna a los pies", y de esta forma encontramos el relieve en mármol de la Asunción que se encuentra en la parte posterior del camerín de la Virgen (imagen 8).
Vamos a escribir ahora sobre cifras. Retomando el hexagrama, vemos que está formado por tres líneas continuas y tres discontinuas que podría corresponder al lenguaje informático binario. Si damos a la línea continua el valor 1 y a la discontinua el valor 0 y realizamos la operación según el esquema 9 obtenemos el número 42.
42, una especial cifra. En el mundo de la física el ángulo de refracción del rayo de sol -fuego- cuando penetra en la gota -agua- cuando se produce el Arco Iris (el signo de la alianza de Noe y la Humanidad con Dios) mide 42º.
Este número también está relacionado con los eclipses de Sol y la Luna Nueva. Durante el Ciclo de Saros (periodo de poco más de 18 años en el que tras el cual la Luna y la Tierra regresan aproximadamente a la misma posición en sus órbitas, y se pueden repetir los eclipses) se producen concretamente 42 eclipses solares.
Existe un concepto que se llama tren gravitacional (un muy hipotético medio de transporte que conecta dos puntos de un planeta), recorriendo subterráneamente un túnel rectilíneo usando solo la fuerza de gravedad. Bien, para la Tierra el tiempo sería también de unos 42 minutos.
Y, por último, un apunte nuevamente informático. En este mundo de los programadores 42 es, como hemos visto, 101010 en binario y, también, en código ASCII representa al asterisco que se considera comodín.
Voy a terminar con otro concepto cuyo símbolo (imagen 10) en la civilización china también nos aparece en el Pilar, el Axis Mundi. El Axis Mundi o "eje del mundo" es un símbolo ubicuo presente en numerosas culturas. La idea expresa un punto de conexión entre el cielo y la tierra en el que convergen todos los rumbos de una brújula. Sería el lugar de equilibrio perfecto, el Centro universal o "Pilar".
El símbolo lo podemos ver en las jambas de las ventanas de las torres occidentales del templo (imagen 11). En el taoísmo este símbolo se conoce como Xuan Xi (玄 璽) y es el sello de la autoridad espiritual más alta con un amplio uso y que se solía coser en las batas taoístas al lado de los pies (imagen 12).
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