IGLESIA DE SAN PABLO (Zaragoza).
Hoy quisiera mostraros un templo zaragozano muy especial y desconocido, San Pablo. Es considerada por muchos, por su amplitud y magnificencia como la tercera catedral de la población. Es un lugar que llega a sorprenderte.
Los orígenes de San Pablo se remontan a la reconquista de Zaragoza en 1118. Alfonso I realizó esta campaña junto a cruzados y nobles franceses que se cree que introdujeron y difundieron en mi tierra el culto a San Blas. Asimismo erigieron, extramuros, una ermita románica advocada a ese santo. En el siglo XIII tanto Pedro II como Jaime I propiciaron el crecimiento de la población entorno a esa ermita. Este núcleo habitado, será conocido como "Población del Rey". En 1259 la ermita se constituye en Parroquia bajo la titularidad de San Pablo.
El barrio pasará a llamarse de San Pablo, nombre con el que se sigue conociendo. Sin embargo, popularmente, es nombrado como "El gancho" . Este denominación se debe a que al situarse el núcleo fuera de la población, las procesiones encontraban hierbas y maleza en su camino. Por ello, abriendo el paso, iba una persona con una hoz añadida a un palo o pica limpiando el itinerario. Hoy por hoy se sigue esa tradición, el símbolo del barrio abre las procesiones (imagen 3). La población crecerá rápidamente y llegará a tener un tercio de los habitantes de Zaragoza. Esta población estará constituida principalmente por labradores y artesanos (encontramos nombres gremiales en muchas de sus calles: Cereros, Aguadores, Armas…). Será un barrio populoso y rico, con posibles, como veremos.
Hacia 1284 la ermita se quedó pequeña para la abundante feligresía, se optó por derruir y construir un nuevo templo con ladrillos en estilo mudéjar entre finales del siglo XIII y principios del siglo XIV. La primera construcción tenía una sola nave rectangular y la torre. El templo fue ampliándose paulatinamente ampliado desde el siglo XV al XVIII, y veremos los estilos artísticos propios de tales períodos (desde el gótico al barroco), contando también con obras del siglo XIX. Por ejemplo, en el siglo XVI, se añaden dos naves laterales de anchura desigual que rodean la totalidad de la planta mudéjar de la iglesia, originando en la zona de la cabecera una girola que circunda el ábside y en el tramo de los pies una especie de atrio o claustra, quedando encerrada la torre dentro de la edificación. Las primitivas capillas desaparecen como tales para convertirse en pasos hacia las naves laterales. Pero el corazón será mozárabe y formará parte del arquitectura mozárabe de Aragón, Patrimonio de la Humanidad. Y es su torre-campanario su punto más característico.
La torre se erigió entre el último tercio del siglo XIII y el primer tercio del XIV. Tiene una altura de 66 metros. Se tiene noticia documentada de su existencia en 1343 por una cita de Diego de Espés según la cual, con motivo de la guerra de los dos Pedros, debería de ser demolida por decisión del Consejo de Guerra en el caso de que se aproximasen a Zaragoza las tropas de Pedro I de Castilla. Los dos cuerpos con arquerías de medio punto elevados sobre el de campanas son de los siglos XVI y XVII; el chapitel y la veleta, de mitad del XIX.
La torre está formada por dos prismas octogonales concéntricos. El espacio entre ambos está ocupado por las escaleras que te llevan hasta el séptimo piso que es donde se encuentra el campanario. Son 157 escalones pero la vista de 360º de la ciudad merece la pena.
El templo cuenta con cuatro puertas: San Pablo, Fosal, San Blas y Tramontana. Se usan las dos primeras. La puerta del Fosal nos recibe con una losa funeraria a los pies. Construida en el siglo XVI, frente a ella se encontraba el cementerio parroquial. Por ella accedemos a la base de la torre mudéjar.
Si accedemos por la puerta de San Pablo, que da a la calle del mismo nombre, justo enfrente del acceso encontramos la capilla de San Blas, de gran devoción entre los feligreses.
El Retablo Mayor es obra de Damián Forment, el maestro autor del retablo de la Basílica del Pilar. Fue comenzado en 1511 y tardó en concluirse 20 años.
En el centro y arriba podemos ver un Calvario con la Virgen y San Juan; abajo, San Pablo y en medio de los dos un expositor eucarístico. A ambos lados tenemos escenas de la vida de San Pablo como su conversión, bautismo y muerte. A los pies del retablo hallamos seis escenas de la Pasión y Muerte de Jesucristo que van desde la Oración en el Huerto al Descendimiento.
Este retablo tiene la particularidad de que conserva dos puertas que podrían ocultarlo en determinados momentos como Semana Santa. Las pinturas interiores de la izquierda (imagen 15) nos mostrarían a San Pablo y San Bernabé en Listra y a San Pablo y San Silas en Filipos y las de la derecha a San Pablo en Malta y al Martirio de San Pedro y San Pablo (imagen 16).
Al cerrarse estas puertas se nos mostrarían cuatro escenas de la vida de Jesús, solo os puede mostrar dos que son las que se encontraban visibles: a la izquierda, la resurrección de Lázaro (imagen 17) y a la izquierda la entrada de Jesús en Jerusalén (imagen 18). Ocultas están el perdón de la mujer adúltera y la expulsión de los mercaderes del Templo. Estas pinturas están elaboradas son grisallas, técnica pictórica basada en una pintura monocroma que produce la sensación de ser un relieve escultórico. Todo ello ha sido restaurado recientemente, en los años 2000.
La capilla de Ntra. Sra. del Pópulo. Barroca y con gran devoción popular (su cofradía llego a tener entre 4000 y 5000 miembros) (imagen 23). Alberga una pintura traída, según la tradición popular por un caballero llamado Pedro Victoria desde Roma. La cúpula aparece ornamentada por trabajo de yesería barroca (imagen 24). La capilla cuenta con una cripta a la que se accede por uno de los armarios de la sacristía de la capilla. Esta capilla fue reformada en 1673 por lo que podemos suponer que los enterramientos serían posteriores a esa fecha. Allí recibirían sepultura los cofrades del Pópulo y sus familias hasta 1813 debido a la publicación de un decreto que exigía la construcción de cementerios.
Pero el templo ha tenido a lo largo de su historia varias criptas sepulcrales más. La del Capítulo, se encuentra bajo el coro del templo, y era el lugar de enterramiento de los presbíteros de la parroquia. Aquí existen 48 tumbas perfectamente identificadas. La última cripta se hallaba en la capilla de San Miguel del Tercio en la capilla del mismo nombre. Esta cripta desapareció en la últimas reformas de la iglesia.
San Pablo, considerada por muchos la tercera catedral de Zaragoza, "la catedral de la religiosidad popular", puesto que allí se veneran santos como San Blas, Santa Águeda, San Antón o la Virgen del Pópulo. Es una iglesia muy desconocida que os sorprenderá. Bien merece una tranquila visita.
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