CASTILLO - COLEGIATA SANTA MARÍA LA MAYOR (Alquézar. Huesca).
Estamos en una colegiata-castillo con orígenes en una fortaleza musulmana construida en el siglo IX por el caudillo Jalaf ibn Rasid para protegerse y detener el avance de las tropas cristianas. Sin embargo, será el rey cristiano Sancho Ramírez quien conquistará este castillo en 1067 sirviendo de base para futuras incursiones en territorios islámicos.
Existe una leyenda que hace referencia a una ayuda femenina en la toma de la fortaleza:
"En aquel tiempo el gobernador que residía en la fortaleza tenía el privilegio de disponer de las doncellas más bellas de los pueblos cercanos.
Un día una doncella de Buera tramó un plan con los acechantes cristianos para acabar con la vida del gobernador. El día acordado, la muchacha escondió en el moño que llevaba un puñal disfrazándolo de peineta. Llegada la noche, adormeció al gobernador con sus caricias. En ese momento sacó el escondido puñal y... lo degolló y la sangre salió a borbotones. Empapó con ella un pañuelo que llevaba y lo mostró a sus aliados confirmando de esta manera que el gobernador había muerto.
Los cristianos fueron a la conquista del castillo. El ejército musulmán acorralado y descabezaba no supo reaccionar. Viendo que iban a ser apresados, desesperados, vendaron los ojos de los caballos y montándolos se arrojaron al galope al precipicio que rodea la fortaleza. De esta forma la fortaleza fue conquistada fácilmente gracias a la bella doncella.
Se dice que algunas noches, si te acercas a los acantilados, todavía puedes escuchar los relinchos de los caballos en su caída."
Sea como fuere el rey aragonés y de Pamplona conquistó el enclave y como era habitual poco después de su ocupación se instauró una canónica agustiniana, bajo advocación de Sta. María, siendo dotada con bienes y rentas para su mantenimiento. La iglesia de la comunidad se consagró en 1099. En 1119 era una comunidad con un reducido grupo de clérigos. El enclave fue objeto de litigio entre los obispados de Roda y Huesca. Con el tiempo fue secularizado.
La colegiata se sitúa sobre el punto más elevado de la población, sobre un escarpe rocoso que se halla entre dos barrancos. Se encuentra dentro del primitivo recinto fortificado árabe del que hoy queda una potente torre defensiva, una adelantada torre albarrana, unas murallas que a través del tiempo se han ido reformando y una entrada en ángulo, característica árabe.
Una ligera y empedrada cuesta y un par de puertas de acceso nos llevará a nuestro destino.
Tras rebasar esa segunda puerta nos encontramos con una estrecha puerta gótica de arco apuntado. Sobre ella un bajorrelieve con las poco conocidas santas del siglo IX Alodía y Nunilón. Estas dos hermanas (nacidas en un pueblo cercano de padre musulmán y madre cristiana) fueron acusadas de apostasía y, tras negarse a renegar de su fe cristiana, fueron decapitadas. Dice la tradición que entre sus milagros se encuentra una curación del rey García Sánchez. Sobre todo ello vemos una ventana geminada.
La fachada de acceso a la Colegiata es del siglo XVII estando rematada por una arquería que está bajo un alero de estilo aragonés. A la derecha la puerta de acceso al conjunto.
Antes de entrar al claustro os propongo ver la planta tanto del mismo como la de la iglesia.
La iglesia se construyó en el primer tercio del siglo XVI sobre un templo anterior. A la colegiata se llega a través del claustro construido en los siglos XIII y XIV aprovechando un antiguo atrio románico (que personalmente considero la joya del lugar y el principal objeto de mi visita) al que se le añadieron tres nuevas galerías.
Veamos primero, esa panda y sus seis maravillosos capiteles románicos. Originalmente la galería norte estaba formada por dos parejas de arcos de medio punto con un machón central, pero para instalar un sepulcro en el s. XVI se replanteó la arquería desplazando las columnas y construyendo dos arcos desiguales.
Los capiteles nos muestran escenas del Antiguo Testamento salvo en uno que muestra el momento de consagración del lugar. El primer capitel que vamos a analizar todavía conserva parte de su policromía rojiza. Es la Creación de Adán. En una mandorla sostenida por cuatro ángeles, Dios crea al primer hombre infundiéndole el alma a través del oído o cabeza. Dios es representado tricéfalo. Es una manera simple y maravillosa de representar la Trinidad (creo que es única, yo no la he visto en ningún otro sitio).
El siguiente capitel que os muestro es el único que no difunde una escena del Antiguo Testamento. Veremos representada la consagración del templo en 1099. Nos encontramos una serie de personajes de todo tipo: el obispo correspondiente, un clérigo con el recipiente del agua bendita, otro clérigo con el códice, dos personajes que arrastran al demonio...
Seguimos. Sacrificio de Isaac. En la parte frontal tenemos dos escenas superpuestas. La de la parte superior nos muestra a Abraham dispuesto a sacrificar a su hijo Isaac y a un ángel que lo detiene y le trae un cordero como alternativa. Debajo, una figura celebra el acto asando un animal.
En un lateral Sara se encuentra, parece, amasando pan.
Otro capitel nos representa el Diluvio Universal y una curiosa arca de Noé. En el arca vemos tres niveles o puentes, el inferior contiene cuadrúpedos (adivino una cebra), el del medio la familia de Noé y el superior las aves. En un lateral vemos un ángel con unas aves encima.
No podía faltar la Tentación en el Paraíso y sus consecuencias. En el frontal Adán y Eva son tentados por una serpiente enroscada en el árbol. En un lateral Caín está labrando la tierra con dos caballos y un arado romano.
A Abel lo vemos pastoreando su rebaño (representado de forma curiosa, apiladas las ovejas) mientras es bendecido. A su lado tenemos el fratricidio, Caín sujeta a Abel por el cabello mientras lo degüella con la otra mano.
El último capitel nos representa la Muerte de S. Juan Bautista. Salome baila en una increíble contorsión (problema de espacio) ante los comensales. En un lateral se nos muestra la cabeza del Bautista con lo que parecen serpientes.
El resto del claustro fue construido, reconstruido respetando la estética románica de arcos de medio punto sobre columnas dobles y capiteles lisos.
El claustro nos ofrece más alicientes. En el interior de los muros que lo rodean, salvo el sur, se despliegan pinturas murales de los siglos XV, XVI y alguno del XVIII. La temática es principalmente la infancia y la Pasión de Cristo. Es el único claustro de Aragón que se conserva totalmente pintado.
En la Edad Moderna se elevó un piso más construido de ladrillo y abierto al espacio ajardinado central con la típica galería aragonesa de arcos de medio punto. Desde él podremos ver bellas panorámicas tanto del pueblo como del valle del río Vero.
En el muro oeste se abren dos capillas de principios del siglo XVI. En el centro de la panda se abre la advocada a San Fabián y San Esteban con una bella portada de arco de medio punto. El arco está adornado con hojas de roble y en el intradós encontramos granadas y piñas.
La otra capilla está dedicada a S. Antonio Abad. La portada está franqueada por dos santas. Sólo logré identificar a la de la derecha, santa Eulalia, por la cruz aspada que porta. Esta capilla acoge una pila bautismal con un adorno sogueado en su base y algunas de mis queridas cruz pate.
La actual iglesia se construye en el siglo XVI, está dedicada a Sta. María y tiene una interesante portada. La cabecera es poligonal siendo decorada por un retablo barroco.
La nave está cubierta con bóvedas estrelladas a la que abren capillas laterales de escasa profundidad las del lado de la Epístola por el escaso espacio disponible. Cuenta con un importante mobiliario.
A los pies de la nave se encuentra el coro y el órgano.
En esta zona se encuentra la pieza más importante de la iglesia. Es un cristo que podríamos decir de transición del románico al gótico porque tiene rasgos de ambos estilos. La talla tiene cuatro clavos y está realizada en madera de pino. Se encuentra en la capilla de Lecina, familia que la erigió a principios del XVI y de la que toma nombre la talla: Cristo de Lecina.
Muy recomendable pasear y perderse por sus estrechas calles.
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