IGLESIA DE SANTA MARÍA (Ujué. Navarra).
IGLESIA DE SANTA MARÍA (Ujué. Navarra).
En esta ocasión viajamos a la bella villa medieval de Ujué. Situada en lo alto de la sierra del mismo nombre domina desde los Pirineos a gran parte de la zona sur de la comunidad navarra. Esta privilegiada situación geográfica hizo de ella un enclave histórico defensivo.
Visitaremos su iglesia fortaleza que se encuentra situada en su punto más alto y a cuyo alrededor se arremolinan las calles empedradas y viviendas.
En cuanto a la historia del enclave, está ya documentado la existencia de un templo prerrománico en el siglo X. Sancho Ramírez construyó encima otro románico de tres naves y dotó a la villa fueros propios.
Carlos II el Malo derribó las naves románicas construyendo una gran nave gótica conservando, sin embargo, la cabecera románica de tres ábsides. También ordenó la construcción de pasos de ronda rodeando la iglesia y torres almenadas. Creó alrededor de la iglesia una gran fortificación.
Como siempre antes de analizar la iglesia (en este caso también fortaleza) os muestro la planta de estas (he coloreado en verde la situación de los restos románicos de los que hablaba anteriormente).
El acceso lo realizamos por el lado sur a través de una portada situada en el lado de la Epístola. Esta portada está compuesta por un arco apuntado abocinado con diez arquivoltas que están unidas por un capitel corrido.
El capitel corrido de la derecha nos muestra personajes con animales o instrumentos musicales, pero también, a Adán, Eva o S. Pedro.
En el lado izquierdo encontramos personajes realizando labores agrícolas y episodios de la Virgen relacionados con la infancia de Cristo: Anunciación, Visitación y Anuncio a los pastores.
En el tímpano está representado una Epifanía. A la derecha hay un penitente que autores identifican con Carlos II, el promotor de la construcción. Existe una última representación en el dintel, la Última Cena con un Judas sujetando un simbólico pez.
La cabecera corresponde a los restos de aquella construcción románica del s. XI. Se compone de tres ábsides escalonados precedido por un pequeño tramo de nave. Están cubiertos por bóveda de horno y de cañón respectivamente. Se encuentra protegida por una reja. Especialmente atractivo es el pulpito situado en la Epístola.
La decoración de la cabecera es sencilla: molduras ajedrezadas, motivos vegetales y geométricos en capiteles.
En el altar mayor se encuentra la talla de Ntra. Sra. de Ujué. Es una escultura de madera, forrada de láminas de plata. Como no podía ser de otra forma su descubrimiento está ligado a una leyenda:
"Un pastor que se hallaba cuidando su rebaño, fue atraído por el vuelo de una paloma que repetidamente entraba y salía de un agujero, incitando al pastor a mirar en él, así pues, el pastor trepó hasta el lugar y descubrió allí una imagen de Santa María. Atraídas por el hallazgo las gentes de los poblados vecinos decidieron asentarse en el lugar de la aparición para así cuidar y honrar a la virgen, dando lugar al nacimiento de Ujué."
A los pies de la nave gótica, y construido en la misma época, encontramos el coro erigido sobre tres arcos apuntados. El coro está iluminado por dos ventanales de arco apuntado que enmarcan un óculo central y el sotacoro por tres ventanas abocinadas de arco apuntado trilobuladas.
Podemos subir al coro donde encontramos un facistol rodeado por una sillería de madera de nogal con 23 asientos. Hallamos en tableros y medallones escenas de la vida de la Virgen. Es muy interesante también la balaustrada pétrea con cuadrifolios.
Oculta tras la sillería la mitad se conservan restos de una pintura mural, en gótico lineal. Vemos a la Virgen sedente y a tres jinetes que se alejan. He buscado sobre ella, parece ser que hace referencia leyenda medieval del Encuentro entre los tres vivos y los tres muertos (que avisaba sobre la fugacidad de la vida y la necesidad de preocuparse por la salvación del alma). La Virgen lleva unos lirios blancos (pureza) y Jesús sujeta en sus manos una mariposa (símbolo de la resurrección del alma). Es una lástima que haya desaparecido la parte de "los tres muertos". La pintura está firmada: “Martinet de Sangüesa fizo esta labor”.
Me gustó también una clave, todo un tetramorfos.
La decoración de los capiteles de la nave, coro y sotacoro es interesante. En ellos encontramos animales mitológicos en lucha, animales, como leones, enfrentados, un toro acosado por dos perros, hojarasca o escenas como Dalila cortándole el pelo a Sansón.
De cada capitel salen cinco nervios que se cruzan en las claves en el techo y forman las bóvedas de crucería. En las claves vemos un pantocrátor, escudos, un águila o una virgen sedente con el Niño.
Salimos de la iglesia y nos dirigimos a la derecha. Recorremos un paseo de ronda que rodea todo el templo y que fue construido al mismo tiempo que se erigía la nave gótica. Desde una saetera tenemos una vista directa de la cercana villa de Olite.
Muy cerca, los exteriores de la cabecera románica con sus tres vanos y el característico ajedrezado jaqués.
Continuando el camino llegamos a la portada norte. Se encuentra entre dos contrafuertes. No tiene ni tímpano ni dintel, pero sí un sencillo crismón.
Durante todo este recorrido la escultura es muy variada y atrayente. Podemos ver, entre otros muchos, a los evangelistas acompañados de su correspondientes símbolos, escenas circenses o de lucha, unos greenmans cabezas de cuyas bocas surgen hojas y ramas (relacionado con la primavera, la fertilidad y la resurrección), un monje abriéndose la boca con las manos, bustos de rey, reinas, frailes, un soldado matando a un león...
Continuamos visitando otras dependencias del exterior. Frente a la portada norte se abre la explanada llamada el Castillazo. Esta zona se denomina así porque fue aquí donde en el siglo IX se construyó una fortaleza. Un geógrafo musulmán del siglo X consideró aquella fortaleza como la más importante del reino de Pamplona.
A la izquierda de esta explanada (patio de armas) podemos ver las ruinas de una gran
sala rectangular. Es el lugar en que Carlos II quiso edificar un edificio para una futura Universidad con la que impulsar Ujué. No llegó a concluirse.
Enfrente de la portada sur hay un gran edificio de cinco alturas. Es la llamada casa abacial o palacio de Carlos II. Ahí se exhiben algunas estelas funerarias y una buena serie de paneles informativos sobre el monumento y villa.
No deberíamos abandonar el municipio sin recorrer sus empedradas calles, visitar las ruinas románicas de la ermita de san Miguel o degustar sus típicas migas del pastor.
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