STONEHENGE (Inglaterra).
STONEHENGE (Inglaterra).
Contemplar esas milenarias piedras fue mágico, sabía que me encontraba en un enclave datado a finales del Neolítico, un monumento con 5000 años de historia. Su creación fue objetivo de cientos de individuos perfectamente coordinados y que solo contaban con herramientas muy simples. No está claro el porqué de su construcción, pero es seguro que su estructura y orientación nada tienen que ver con el azar.
Antes de ir al círculo de piedra es conveniente visitar el centro de visitantes donde hallamos un pequeño museo con una interesante exposición de piezas arqueológicas. En el exterior de este se encuentra una fiable reconstrucción de un pequeño poblado del Neolítico y una roca semejante a las que más tarde veremos dispuesta para su transporte sobre unos postes de madera.
El tal círculo de piedras se encuentra a unos dos kilómetros. Podemos ir a caminando o usando uno de los autobuses lanzadera gratuitos que en unos diez minutos nos acercan a nuestro objetivo. Pero este círculo tiene a su alrededor otros interesantes elementos. Por ejemplo, unos siglos antes de la construcción de Stonehenge la planicie circundante albergaba numerosos túmulos con enterramientos colectivos.
Y, por otra parte, alrededor de los restos pétreos se construyó un foso circular de más de 100 metros de diámetro y del que todavía quedan restos.
Mientras nos acercamos quisiera contaros una anécdota. Stonehenge perteneció a una familia hasta que murió su ultimo miembro a comienzos del s. XIX. A consecuencia de ello la propiedad salió a la venta en pública subasta. A esta subasta llegó el abogado y filántropo Cecil Chubb enviado por su mujer para comprar... ¡ unas cortinas ! Mr. Chubb vio Stonehenge y asombrado lo adquirió por 6600 libras (tres años más tarde lo cedió a la Corona con la condición de que fuera protegido y abierto al público. En contrapartida a su gesto, fue nombrado caballero).
Circundando y acercándonos al núcleo topamos con la llamada Piedra del talón. Si nos situáramos en el centro del círculo, en el solsticio de verano, y miráramos hacia el noreste veríamos amanecer sobre esta roca de unos cinco metros de altura.
Bien, ya hemos llegado al círculo de piedra. A continuación, os muestro dos imágenes, una recreación de como fue y cómo se encuentra actualmente. Lo que vemos hoy vemos en pie está compuesto por un círculo interior con seis grandes bloques de piedra rematados por tres colosales dinteles y por un círculo exterior de diecisiete monolitos con dinteles.
Los elementos pétreos se han trasladado en distintas ocasiones, sólo nueve se han mantenido en su lugar (incluso alguna roca fue asentada mediante hormigón). La disposición que hoy vemos se remonta a 1964.
El monumento en su momento de mayor esplendor tenía un total de 162 rocas y unas avenidas de acceso. Estuvo compuesto por cinco partes:
- Un círculo de 30 metros de diámetro compuesto por 30 grandes bloques de piedra arenisca coronados por dinteles.
- Un círculo exterior formado por rocas de arenisca azulada (bluestones).
- En medio del primer círculo una estructura en forma de herradura compuesto por cinco trilitos
- En el centro de todo ello la llamada Piedra del Altar.
- Por último, la Piedra del Sacrificio y la Piedra del Talón ya nombrada.
Se sabe la procedencia de los bloques de piedra. Los grandes bloques del círculo interior proceden de unos bosques situados a 25-30 kilómetros de distancia. Los bluestones (más pequeños) provienen de las colinas de Preseli (Gales), tuvieron que recorrer unos 175 kilómetros para llegar al enclave (pensemos que su peso total anda por las 35.000 toneladas)
¿Cómo se transportaban estos bloques de piedra? A continuación, os muestro la hipótesis más aceptada:
Evidentemente el transporte y colocación de cada una de esas moles pétreas llevaba consigo el empleo de mucho, mucho tiempo y la colaboración de cientos y cientos de personas.
En Stonehenge, encontramos algunas rocas particulares (ya vimos la Piedra del Talón). Otras de ellas son las llamadas Station Stones. De las cuatro que existían actualmente solo quedan dos. Marcaban las esquinas de un rectángulo que tendría su centro en el círculo. Reflejan la alineación de los solsticios y hay quien piensa que también pueden marcar una alineación lunar.
La Piedra del Altar. Se encuentra semienterrada bajo dos piedras caídas. No es seguro si funcionaba como tal y si estaba vertical u horizontal.
En otra piedra también podemos ver tallado un Grafiti, adivinamos el apellido Wren. Se especula que fue realizado por el arquitecto de la catedral de san Pablo de Londres, cuya familia poseía una casa en las cercanías.
Todo sorprende en Stonehenge desde su aparición en medio de la planicie a su solidez y presencia que se remonta a cientos, miles de años. Su construcción total se estima que se desarrolló a lo largo de 1600 años, unas 80 generaciones. ¿No os admira tal implicación de una sociedad en su construcción? A todo ello se une el halo de misterio y magia que todavía envuelve al enclave.
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