CASTILLO DE ATIENZA.

 CASTILLO DE ATIENZA.

Estamos en la localidad de Atienza, al norte de la provincia de Guadalajara en la línea que separa su territorio con la vecina Soria. El castillo se levanta sobre un gran montículo rocoso cortado para dificultar el acceso a la fortaleza.

La historia de Atienza nos lleva hasta las luchas de los celtíberos contra los romanos. Más tarde los musulmanes hicieron de ella, construyendo el castillo, uno de los fuertes enclaves de resistencia contra sus vecinos cristianos. En torno a este castillo musulmán, con el que Rodrigo Díaz de Vivar no quiso entablar combate al considerarlo como una peña mui fuert (una peña muy fuerte) se extiende la villa.

La conquista definitiva de Atienza y su castillo tiene lugar, por Alfonso VI, en 1085. En el reinado de Alfonso VIII la villa progresó espectacularmente, y el castillo alcanzó su aspecto definitivo, levantándose el segundo y más amplio cinturón de murallas. 

Durante el siglo XV diversos hechos de armas entre Navarra y Castilla causaron importantes daños a la villa y castillo. Sus usos fueron variados, desde cárcel para nobles en tiempos de Ternado, el Católico, hasta vivienda de Felipe V. Durante la Guerra de la Independencia sufrió saqueo y grandes daños que se acentuaron en la Guerra Civil.

El castillo ocupa la alargada y estrecha planicie en lo alto de un cerro. El material de construcción usado es sillarejo unido principalmente por argamasa. Os propongo el siguiente plano en el que podemos ver los principales elementos.

El castillo cuenta con un camino de ronda que lo circunda y la entrada al mismo (en codo) se encuentra en el muro norte flanqueada por dos torres. Para acceder debemos subir una pendiente y unos escalones de factura moderna.

Una vez dentro topamos un gran espacio vacío (seguramente habría en él construcciones de madera) solo interrumpido por los restos de dos aljibes que recogerían el agua pluvial. Uno de ellos todavía conserva parte de su cubierta. La gran explanada está cubierta por e hierbas matojos.

Desde este lugar tenemos una excelente visión del patio de armas exterior, previo a la entrada de la fortaleza y distintos tramos de la muralla, tanto del primer como del segundo recinto.

En la esquina sur se conserva el último punto de defensa, la Torre del Homenaje. Es una sencilla estructura de planta cuadrada, con dos pisos y terraza, con una puerta en la planta baja, la entrada original estaría en altura.

En el exterior de la misma destaca como elemento defensivo un garitón volado que está colocado en la esquina más meridional de esta parte del castillo. Vayamos al interior de la torre. La planta baja está formada por un único espacio con un vano en el lado norte.

Una escalera empotrada en el muro nos llevará al primer piso. Se encuentra dividido en varias estancias y contaba con chimenea. 

Una nueva escalera empotrada, con final en ángulo, nos llevará a la terraza.

Desde esta atalaya tenemos  una estupenda visión del espacio que otrora ocupó la fortaleza ( calculo que mide unos 130 metros de largo por unos 30 de ancho). Para hacernos una idea de su capacidad os diré que en tiempos de Juan II (s. XV) protegieron el castillo 250 jinetes, 500 infantes y artillería.

Y, por supuesto, los amplios espacios que la rodean. Una curiosidad, en la planta baja del castillo existe una entrada, tapada con una gran losa, de unos túneles excavados en la roca. Se especula que estos túneles lo unirían con las iglesias de la Santísima Trinidad, de S. Salvador o de Sta. María del Rey (en la foto subsiguiente derecha).

Un paseo posterior por Atienza nos permitirá ver su muralla, sus puertas, la Posada del Cordón, sus cinco iglesias románicas, la Plaza del Trigo...