MONASTERIO DE LEYRE (Navarra).
El monasterio se encuentra en la falda Sur de la Sierra de homónimo nombre elevándose sobre el río Aragón que en ese punto está embalsado en el pantano de Yesa. Es la construcción románica más antigua de toda Navarra. Es un monasterio vivo (habitado por una comunidad benedictina) que cuenta con una hospedería interna en la que puedes compartir el ritmo de la vida de los monjes y otra externa.
El lugar ya aparece mencionado en una carta (datada en 848) de S. Eulogio dirigida al obispo de Pamplona. En ella alaba la biblioteca y el scriptorium del monasterio por lo que debemos pensar que en esa fecha ya tenía cierta importancia y reverencia.
De este primer monasterio no queda apenas nada, pero si sabemos que el claustro se encontraba en el gran patio que vemos al lado de la iglesia. El cenobio seguía la regla benedictina y ha tenido comunidad monástica durante más de mil años salvo un período de algo más de un siglo, consecuencia de la Desamortización de Mendizábal (actualmente pertenece a la Diputación de Navarra y sus monjes están en usufructo por 300 años). A continuación, os mostraré un esquema del enclave actualmente:
En los siglos IX, X y XI siguió con una gran importancia e influencia no sólo religiosa, también política y económica. Coincide con el período de creación del Reino de Pamplona. Los reyes del incipiente reino cristiano lo toman como símbolo favoreciéndole en gran medida. El monasterio también protegió en algún momento a estos monarcas de las incursiones musulmanas (podemos ver elementos defensivos como un matacán y aspilleras). También es panteón real conservando restos de sus primeros monarcas.
Uno de los principales benefactores fue Sancho III el Mayor (que tuvo parte de su formación aquí) que quiso construir una nueva cabecera de tres ábsides. Destaca por su gran altura, pensemos que estamos en los inicios del románico (empezó a construirse en 1020). Las ménsulas son muy sencillas: cabezas humanas y de animales o algún motivo geométrico.
Del conjunto monacal destaca arquitectónicamente la iglesia de San Salvador. Con origen en un templo mozárabe ha tenido ampliaciones y actuaciones a lo largo de los siglos en diversos estilos:
Pero volvamos a la cabecera de Sancho III, vayamos a la cripta de debajo que considero una gran joya románica. Fue construida para nivelar el terreno y cimentar la nueva cabecera del templo. Al entrar en la cripta me llama la atención su gran robustez, el gran tamaño de los capiteles y los cortos fustes (debido a que por debajo de ellos se encuentra la roca madre). La cubierta es de bóveda de cañón y los arcos son de medio punto.
Pienso que en un principio ser quería seguir el esquema de la iglesia (tres naves, la central de doble anchura que las laterales), pero hubo que añadir una fila central de pilares para soportar el gran peso de la cabecera proyectada (de ahí sus cuatro vanos).
En la obra no se busca la armonía la belleza, solo se piensa en su función de asiento. Vemos sillares de muy distintos tamaños, arcos que acaban en el aire, capiteles inacabados...
La decoración de los capiteles es sencilla, temas vegetales o geométricos, volutas o estrías. el tallado es tosco, un capitel incluso no está acabado (falta un lado). Da la impresión de ser un ensayo para una mejor talla en la cabecera superior.
En la cripta no ha habido en ningún momento enterramientos. Su función era la ya dicha, base y cimentación. Sin embargo, en el lugar se custodiaron reliquias. Sabemos que el monasterio poseía las de S. Virila, Sta. Alodia, Sta. Nunilo, S. Celedonio y S. Emeterio.
Además de la función ya dicha la sala se utilizó para otros usos más mundanos. Aprovechando su contante temperatura y baja humedad se utilizó como almacén (existía un acceso directo desde el piso superior hoy ya cerrado). También fue usado como albergue de peregrinos y, por último, refugio de pastores (nos encontramos en zona de trashumancia).
La fabulosa cripta na ha tenido ninguna intervención desde su creación desde hace más de 1000 años salvo limpieza (las paredes estarían encaladas).
Junto a la cripta está el llamado pasillo de S. Virila, abad del monasterio. En un inicio era un pasadizo que comunicaba el claustro viejo con el huerto. Referente a este abad existe una conocida leyenda:
" El abad Virila de aquel monasterio faltó a maitines una noche... Dudando él cómo podría ser que al que goza de la gloria de Dios le parezcan mil años un día solo, salió del coro absorto y cavilando llegó a una fuente del bosque.
Allí oyó la voz de un pajarillo tan dulce, que atendiendo a la soberana melancolía se estuvo trescientos años. Teniéndole respeto los días y las noches las fieras del monte, la nieve y la escarcha de los tiempos...
Cesando el canto, en sí volviendo y entrando en el monasterio, no le reconocieron abad ni monjes, ni él a ellos, hallando mudadas todas las cosas, hasta las piedras de los edificios.
Por loco tomaron al buen Virila cuando dijo ser el abad. Pero quiso Dios asegurar el milagro: delante de todos bajó un pajarillo, trayendo en el pico un anillo que dejó en manos del santo, en señal de ser, de aquella casa, el verdadero prelado. "
Salgo y rodeo el edificio. Mi destino es el gran patio entre la iglesia y la actual hostería. En este espacio se encontraba el claustro del viejo monasterio. No queda apenas nada, debemos imaginarlos el típico claustro románico. Tras la Desamortización el monasterio sufrió el expolio y destrucción. De este desaparecido claustro solo se conserva un capitel que no podemos ver pues se encuentra en la zona de clausura.
Si nos acercamos a la cabecera observamos la puerta de comunicación del claustro viejo con el templo. Se trata de una muy sencilla portada sin crismón y con dos capiteles de motivo geométrico. Dos arquivoltas descansan sobre un mismo par de capiteles.
Continuamos nuestra visita con el interior de la iglesia. A continuación, os muestro la planta con la localización de los principales elementos:
Ya vimos antes los diferentes estilos. Recordamos el desaparecido templo mozárabe bajo las naves. Podemos ver del primer románico de anchos muros y bóvedas de medio cañón al alto y último gótico de amplias bóvedas. Son quinientos años de evolución, resolución de problemas y avances técnicos. En ella podemos ver un incipient románico, un románico pleno y gótico.
Preside la iglesia una talla neorrománica de la Virgen de Leyre. El templo no está advocado a tal virgen sino, como el monasterio, al Santísimo Salvador.
En el ábside del lado de la Epístola vemos un problema constructivo a la hora de realizar una ampliación gótica. un nervio de la cabecera no descansa en el muro sino en mitad del arco de eses ábside. Hubo que reforzar ese punto del muro tanto interior como exteriormente. En el exterior construyeron el arbotante de descarga que acabamos de ver. Otros errores son una mayor anchura de una de las naves laterales, un vano redondo encima del ábside principal no centrado. Un arco de medio punto está ligeramente achatado consecuencia de un asentamiento posterior. Podemos ver perfectamente las distintas alturas de todas las fases.
La cubierta en un principio fue de madera y posteriormente de crucería. La decoración es muy sencilla (cisterciense) a base de motivos geométricos o vegetales. Las claves están decoradas con los escudos de los reyes benefactores las principales y símbolos (sol, luna...) las secundarias.
En ese mismo lado de la nave, en un pequeño hueco cerrado por una reja, se encuentran, en un arcón, restos de reyes de Pamplona de los siglos IX y X. Es un pequeño panteón real.
Enfrente tenemos una pequeña capilla con un pequeño retablo renacentista del que son protagonistas las santas Alodia y Nunilo. Esta capilla es una construcción posterior, del siglo XVII.
Prueba de lo anteriormente dicho es una portada de acceso al templo que nos encontramos en su interior. Vemos que es una portada (más elaborada) con tres arquivoltas no decoradas que descansas en sendas columnas con capiteles y un sencillo crismón trinitario. Los capiteles, con motivos vegetales, están bastantes desgastados.
Salgo para abordar la portada principal del templo. Se la denomina Porta Speciosa (puerta preciosa en latín). Se encuentra bastante deteriorada por el paso del tiempo y las condiciones meteorológicas. Está protegida por un pequeño tejaroz de construcción moderna.
En la fachada podemos ver elementos defensivos como un matacán y ventanas aspilleras.
La portada cuenta con un friso que cubre la parte superior, cuatro arquivoltas, un tímpano, un parteluz y tres pares de columnas. Recuerdo la función de estas portadas: En aquel tiempo muy poca gente sabía leer, estas portadas servían para instruir a los fieles.
Esta portada es un gran batiburrillo de imágenes, las hay de todo tipo y, seguramente, de distintos maestros. También puede haber alguna figura reciclada, recolocada. Da la impresión de que se quiso ocupar todos los espacios incluso con alguna figura que no correspondería. Intentaré interpretar más tarde alguna iconografía desde mi punto de vista.
En la parte superior, el nombrado friso con un muy desgastado Cristo presenciando el Juicio Final. A su derecha habría imágenes de la Gloria (un arcángel S. Miguel venciendo al dragón, la decapitación de las hermanas Alodia y Nunilo...). A la izquierda estarían las escenas relacionadas con el Infierno como una muerte que arrastra un alma al infierno. También está Jonás y la ballena y, sí, la Visitación y la Anunciación de la Virgen María (fuera de lugar).
Como guardapolvo un ajedrezado jaques, conocida marca del Camino de Santiago. Vamos con las arquivoltas. En la más exterior vemos, entre otras, representaciones de los pecados capitales: la ira, la avaricia, la gula y, por ejemplo, la pereza (representada por tres músicos).
En la arquivolta inferior observo una bota y una calabaza, imagino que en referencia los peregrinos del Camino. También vemos animales (monos, terneros, aves...) mordiéndose las patas. Podemos leerlo como una alusión a la penitencia.
Y en la arquivolta interior tenemos decoración vegetal: alcachofas, espárragos... Son representaciones de la Eucaristía.
Llegamos al tímpano. La figura principal es San Salvador con su nimbo cruciforme, titular de iglesia y monasterio. A un lado se encuentra la Virgen María y S. Pedro (identificado por las llaves). Al otro, dos evangelistas (uno descabezado). En los extremos un escriba y otro personaje desaparecido.
Todos ellos (salvo el escriba) aparecen descalzos y se encuentran sobre animales, pero estos animales están demoniados. Todo ello representa el triunfo del Bien sobre el Mal.
En resumen: las almas pecadoras por medio de la peregrinación, la penitencia y la eucaristía podrán alcanzar la Salvación.
Por último, veamos los capiteles que sostienen esas arquivoltas. En los tres del lado norte vemos mujeres tirándose de los cabellos, aves picándose las patas y fieras. En el sur, aves picoteando sus patas y decoración vegetal
Como dije al principio de esta ficha de viaje en el monasterio existe actualmente una comunidad benedictina. Considero un plus el asistir a alguno de los oficios litúrgicos de los monjes para escucharles el canto gregoriano (y si es acompañados de órgano mejor).
Podemos acabar visita el lugar en el que dice la tradición cayó en éxtasis Virila oyendo el canto de un ruiseñor. Para ello nos adentraremos en la vegetación de la sierra por un camino que se va estrechando y de alrededor de dos kilómetros de longitud.
Comentarios
Te pongo enlace a una entrada que hace algunos años subí a mi blog, así disfrutas del canto gregoriano.
https://lavidadevezencuando.blogspot.com/2013/05/monasterio-de-leyre-navarra.html