SAN PEDRO DE LA RÚA (Estella).
SAN PEDRO DE LA RÚA (Estella).
Nos encontramos en Estella, al pie del Camino de Santiago. En el centro de lo que fuera su ciudad medieval y encaramada en un alto se encuentra el templo de san Pedro de la Rúa. Destaca a primera vista por su ornamentado pórtico del siglo XIII y su imponente torre con aspecto militar y ventanas saeteras.
En la parte trasera nos sorprenderá un impresionante claustro románico tardío del que solo se conservan dos pandas.
Bien, una moderna escalinata nos conduce a la portada que está situada en el primer tramo del muro norte. Cronológicamente es tardorrománica, de finales del siglo XII:
Esta portada está enmarcada en un por un guardapolvo de ajedrezado jaqués y cuenta de ocho arquivoltas apuntadas decoradas con tallos, flores, palmas o nido de abeja.
La arquivolta interna tiene una bonita decoración polilobulada posiblemente de influencia musulmana y cuenta con un sencillo crismón. Otra particularidad de esta portada es la existencia en las claves de cuatro de las arquivoltas cuatro medallones con, de arriba a abajo, la mano de Dios bendiciendo, un ángel, un Agnus Dei y una rueda de seis radios con flores.
Las arquivoltas descansan en sus correspondientes columnas cilíndricas acabando en una serie de capiteles vegetales.
La arquivolta interna se apoya sobre sendas jambas formadas por columnillas de un grosor menor. En la parte superior encontramos una serie de fantásticos seres: arpías, grifos, una sirena y un centauro sagitario.
Templo y claustro se adaptan al terreno. Encima de ellos se encontraba el castillo de Zalatambor que fue demolido por orden expresa de Felipe II. Su demolición provocó la destrucción de dos de las pandas del claustro (la Sur y la Este) ya que, al estar sobre la montaña, la mayoría de las piedras cayeron sobre dicho claustro.
A continuación, la planta del enclave con sus principales elementos:
La iglesia cuenta con tres naves de desigual anchura (la central es mucho más ancha y la de la Epístola más estrecha, seguramente por las limitaciones del terreno) que desembocan en una cabecera elevada con tres ábsides.
El ábside central está cubierto por un cuarto de esfera apuntada, está dividido en tres tramos. Guarda perfecta simetría y en la parte central hay un Cristo custodiado por unas tallas de la Virgen del Rosario y de S. Pedro.
A los pies existe un coro alto y un sencillo coro bajo estilo románico.
San Andrés es el patrón de la localidad. Este templo guarda sus reliquias. Existe una leyenda sobre la llegada de estas a Estella:
"Hacia 1270 llegó a Estella como un peregrino más el Obispo de Patrás. Confundido entre los peregrinos más humildes estaba realizando su camino hasta la tumba del Apóstol Santiago en Compostela. Llegó muy enfermo a Estella, con graves achaques debidos a la dureza del Camino, y falleció a los pocos días.
Su cuerpo fue enterrado en el claustro de la Iglesia de San Pedro de la Rúa, que en aquella época era el cementerio donde se les daba sepultura a los peregrinos que aquí fallecían. Sigue la leyenda narrando como por la noche el sacristán del templo observó que de aquella tumba salían lucecitas. Y tras varias noches con el mismo misterioso suceso, decidieron descubrir el cuerpo para aclarar el misterio. Así es como descubrieron las credenciales que lo acreditaban como peregrino, su identidad como Obispo de Patrás y su razón para peregrinar hasta Compostela. Llevaba en su cuerpo escondido entre otras cosas un relicario con el omoplato de San Andrés, el primer Apóstol de Jesús, que fue crucificado en esta población griega".
Abundan los capiteles de temática vegetal, pero también vemos alguno con animales e incluso con figuras burlescas.
La actual disposición del claustro es consecuencia, como ya dije, de la destrucción del castillo de Zalatambor. Los daños mayores los tuvieron las estructuras más próximas a la roca en la que estaba el castillo, las pandas Sur y Oeste. Actualmente estos lados, al igual que en algunos vacíos arcosolios, se recogen elementos rescatados de tal destrucción.
Veamos los dos lados conservados. Pienso que la actual disposición de los capiteles fueron movidos y recolocados en algunas de las restauraciones efectuadas a lo largo del tiempo. Esta teoría explicaría la separación temática que vemos. El lado más pegado al templo, el norte, episodios de la vida de Cristo y de algunos santos: Lorenzo, Andrés y Pedro) mientras que el lado Este nos muestra motivos vegetales.
Los capiteles son dobles, están sobre parejas de columnas cilíndricas. En algunos de ellos existe una epigrafía explicativa. Podemos ver también una columna cuádruple torsa y al fondo del lado norte una pequeña capilla gótica.
Comenzamos nuestro recorrido por los capiteles en la esquina NE. Comenzamos viendo representaciones de la muerte y resurrección de Cristo, la Adoración de los Reyes Magos, episodios de la Matanza de los Inocentes...
En la zona central de esta panda el capitel nos muestras escenas de lucha entre hombres y fieras, quizás un paradigma de enfrentamiento entre el Bien y el Mal.
Seguimos con un capitel dedicado a S. Lorenzo. Podemos ver a Lorenzo ante Decio, el reparto de los tesoros de la Iglesia entre los pobres y el martirio del santo mientras que dos ángeles elevan al Cielo su alma en mandorla. Las cartelas identificativas son muy útiles en este caso.
Los dos siguientes capitales nos muestran episodios de la vida de S. Andrés. Vemos representada su entrevista con el procónsul Egeas, su predicación en la cárcel, un nuevo encuentro con Egeas (ya preso). Es atado y muerto en la cruz desde dos ángeles transportan su alma al cielo en una mandorla. Acaba con la trágica muerte del procónsul despeñado.
El último capitel está dedicado al titular del templo, san Pedro. Podemos ver al santo ante Herodes Agripa y su estancia en la cárcel con los soldados y un ángel. En otra cara un ángel despierta al santo para conducirlo al exterior.
Mucho menos interesantes son las representaciones de la crujía Oeste. Nos encontramos marañas y entramados vegetales entre los que, a veces, aparecen animales fantásticos.
En el claustro también podemos ver desubicados restos escultóricos, estelas funerarias...
Abandonamos ya el enclave. Recomiendo pararse unos minutos para admirar el edificio que esta enfrente. Es el Palacio de los Reyes de Navarra, uno de los pocos edificios del románico civil del siglo XII, pero eso es otra historia...
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