BASÍLICA DE SAN VICENTE (Avila).
BASÍLICA DE SAN VICENTE (Ávila).
El templo de San Vicente localiza extramuros de la ciudad, al norte, en el lugar donde la tradición señala que fueron martirizados los hermanos Vicente, Sabina y Cristeta. Su
construcción se inicia hacia 1130 y se prolonga hasta fines del XII siendo la primera iglesia románica de la ciudad.
El edificio se realizó, aunque hubo añadidos posteriores, en dos fases. En la primera se erigiría la cabecera, los brazos del crucero y se comenzarían las naves. En el siglo XIII tuvo problemas estructurales. Una vez resueltos éstos se construiría el cuerpo de la iglesia y la fachada principal.
En el edificio podemos ver fundidos diversos estilos: románico, gótico, isabelino... Pese a ello, la armonía perdura en el conjunto.
Su planta es de cruz latina con tres naves de seis tramos y el brazo
del transepto. La portada principal se encuentra al oeste y también cuenta con portadas al Norte y Sur (protegida esta última por un pórtico). Cuenta con un triforio gótico
sobre las naves laterales. La cabecera de tres ábsides se levanta
sobre una cripta con la misma configuración.
Como siempre, comenzaremos nuestra visita por el exterior. Lamentablemente no pude ver la portada Oeste pues actualmente se encuentra en restauración (bien, un motivo para volver) (la fotografía que os muestro es de wikipedia). Sin embargo, no me resisto a trazar unas pinceladas. En los laterales encontramos un apostolario constituido por diez apóstoles que flanquean a un Cristo situado en el parteluz. Las arquivoltas están decoradas con motivos florales y vegetales salvo la interior que tiene una serie de animales fantásticos enredados en una maraña. En el tímpano encontramos dos escenas: la parábola de Epulón y Lázaro ( Epulón era un hombre rico que vestía de púrpura y lino, y celebraba todos los días espléndidas fiestas. Y uno pobre, llamado Lázaro, que, echado junto a su portal, cubierto de llagas, deseaba hartarse de lo que caía de la mesa del rico...) y la muerte del primero que acabó en el infierno. Por encima de todo ello existe una cornisa con, entre arcos, veintiséis figuras humanas que algunos creen que representan los resucitados que se levantan para el Juicio Final.
En el muro Norte existe otra portada con cuatro arquivoltas (la interior decorada con rosetones). Todo este lado fue reforzado con unos sillares grisáceos posteriormente por lo que es posible que parte de esta portada esté oculta.
De los cuatro capiteles, los exteriores están irreconocibles. En los interiores vemos una pareja de grifos con la cabeza vuelta hacia el lomo y dos felinos en actitud amenazante.
En el cara opuesta, el lado Sur, se abre un pórtico. Aquí en tiempos hubo parte de un antiguo cementerio (todavía se ve alguna lápida) y dos conjuntos de monumentales sepulcros dentro de los muros.
En este muro tenemos otra portada que se encuentra en mejor conservación. Se la denomina de la Anunciación. Está configurada por siete arquivoltas decoradas con grandes flores las impares. En la dovela central de la arquivolta interna existe un sencillo crismón trinitario (me da la impresión de ser un añadido posterior a la portada). En el exterior existe un guardapolvo de ajedrezado jaqués.
En la parte superior, cuatro ventanas con dos arquivoltas, la interior descansa en columnas cuyos capiteles tienes motivos vegetales o historiados (sirena). Por fuera, unos guardapolvos también con ajedrezado jaqués.
Y un poco más arriba una alternancia de pequeños contrafuertes y ventanales que proporcionan luz al interior.
Volvemos a la portada en sí. Tiene dos interesantes grupos escultóricos. A la izquierda la Anunciación del ángel a María y a la derecha tres personajes que no identifico. Todas estas figuras son posiblemente añadidos posteriores recolocados aquí que no fueron creados para este lugar.
Existen cuatro capiteles historiados: a la izquierda, dos parejas de aves afrontadas y unas fieras con la cabeza agachada y, a la derecha, dos fieras en uno y dos personajes con clásica vestidura sentados.
Antes de pasar al interior vamos a observar la esbeltez de la cabecera que, recuerdo, tiene una cripta subterránea con la misma planta que los tres ábsides de arriba.
En las pequeñas columnas adosadas a los ábsides los capiteles y en los canecillos que sujetan la cornisa encontramos cabezas humanas, de animales y motivos vegetales.
El interior está ordenado mediante pilares en cruz con medias columnas adosadas, arcos de medio punto, tribuna y serie de ventanas que proporcionan luminosidad. La tribuna recorre únicamente las naves pues en el momento de construirse la cabecera y el transepto ya estaban construidos.
La nave central está cubierta con una bóveda de crucería gótica y las naves laterales con bóvedas de arista.
Los capiteles del cuerpo de la iglesia son en su mayoría de inspiración vegetal salvo unos cuantos llenos de simbolismo: unos leones que parecen dispuestos a saltar sobre el observador, un conjunto de animales fantásticos entre los que destaca un centauro y un elefante torreado que simbolizaría Cristo y la nueva Jerusalén Celestial.
Antes de acercarnos al transepto valoro otros elementos como la pila bautismal, una fantástica reja románica o interesantes sepulcros.
En el crucero, bajo el arco toral e invadiendo ligeramente la nave central, se encuentra el elemento más importante: el cenotafio de los santos Vicente, Sabina y Cristeta. Se trata de un gran monumento funerario en piedra de la segunda mitad del siglo XII y con un baldaquino añadido durante el siglo XV. Lo analizaremos detenidamente pero antes recordemos la leyenda de su martirio:
"En tiempos del Emperador Diocleciano (S. IV), siendo Daciano gobernador de Hispania, los cristianos fueron perseguidos. En Évora, la actual Talavera de la Reina (Toledo), vivía Vicente, joven de probada virtud cristiana junto con sus hermanas Sabina y Cristeta. Encarcelado para hacerle renegar de su fe, logró escapar con la ayuda éstas.
Tras huir de Évora los tres hermanos son alcanzados en Ávila. Desnudados y martirizados en un lugar cercano a aquel sobre el que se levanta la actual basílica.
Presenciaba el suplicio un rico judío que, mientras ayudaba a los torturadores y se burlaba…
…fue castigado al surgir una enorme serpiente de los peñascos vecinos y enroscársele al cuello hasta casi asfixiarlo.
Arrepintiéndose, profesó la nueva fe, y dio sepultura a los mártires levantando luego en dicho lugar la primera iglesia donde, según la tradición, fue también él sepultado."
El baldaquino gótico se construyó en madera policromada y dorada sobre fondo azul y con arcos conopiales, relieves vegetales y algunos escudos heráldicos.
La parte inferior del cenotafio la constituye los apóstoles dispuestos por parejas en las esquinas y arcos de medio pentalobulados apoyados en columnas con capiteles y fustes decorados. Encima de los capiteles se encontramos relieves de monjes en seis tareas propias de los monasterios: lectura, música, encuadernación, escritura, ...
En el frontal Este encontramos tres escenas relativas a los Reyes Magos: el viaje de éstos a caballo, la Epifanía y los Reyes acostados y el ángel avisándoles de que no regresen al palacio de Herodes.
El frontal Oeste está dedicado a Cristo en Majestad escoltado por dos de los símbolos del Tetramorfos: el león de San Marcos y el toro de San Lucas.
Debajo del Cristo hay un curioso elemento, una rosa labrada. En la Edad Media y aún antes, la veracidad o no de un testimonio se probaba ante Dios. Algunas iglesias eran juraderas, es decir, allí los nobles, poderosos y hasta reyes realizaban el ritual en determinados momentos. En la actual Castilla-León había cuatro, S. Vicente era una de ellas (otras eran San Isidoro en León o la conocida santa Gadea en Burgos). El proceso tenía un riesgo, en nuestro caso si el que juraba mentía perdía la mano.
En los laterales se nos relata escultóricamente el martirio de los tres hermanos. La narración comienza en la cara norte y va de izquierda a derecha. Comienza con un maniatado san Vicente que es llevado ante el prefecto Daciano, más tarde es conducido a prisión y donde es visitado por sus hermanas que le exhortan para que huya.
En la siguiente escena se representa a Daciano dando orden a dos soldados de perseguir al huido. En la última escena de este lado vemos a los tres hermanos abandonando la ciudad.
Al otro lado continua el relato. Una vez capturados, los prisioneros son desnudados (las mujeres completamente). Son torturados, vemos como se descoyuntan sus huesos.
Ya muertos, dos ángeles trasladan las almas de los mártires al cielo mediante un paño de pureza mientras la mano de Dios (Dextera Dei) los bendice. En la misma escena los cráneos de los santos son aplastados por grandes losas con la colaboración de un judío.
Sin embargo, una serpiente surge de entre los cadáveres y acaba enroscándose en el cuello del judío que de rodillas y arrepentido implora el perdón de Dios. Por último, en la última escena, el judío convertido construye tres sepulcros para los mártires.
Vista esta joya sigo en el lado Sur del transepto donde quiero mostraros varias cosas. Al fondo encontramos las figuras de los tres mártires a los que está dedicado el templo.
Aprovecho para contaros la leyenda relativa a san Vicente que era natal de Ebora de la Carpetania (actual Talavera de la Reina, Toledo):
"El joven Vicente practicaba el culto cristiano y adoraba a un solo Dios. Denunciado ante Daciano, éste ordena que le lleven ante una estatua de Júpiter para obligarle a que ofrezca incienso con amenazas de muerte si no obedece. Los guardias lo conducen con este fin y por el camino sucede un hecho prodigioso: una piedra se reblandece y Vicente queda materialmente clavado en ella por los pies y el báculo.
Los guardias huyen aterrorizados y el joven se dirige a su casa, recoge a sus hermanas Sabina y Cristeta y huyen los tres a través de la Sierra que hoy lleva su nombre. Daciano envía un destacamento para detenerlos. Los tres hermanos serán capturados cerca de Ávila y martirizados."
A continuación, a la derecha, os muestro la supuesta piedra con las marcas que se encuentra en la iglesia de Santa María la Mayor de Talavera de la Reina.
Os recuerdo la leyenda de la presencia de un judío en el martirio que se convirtió al cristianismo y posteriormente construyó un primer templo y los enterró y posteriormente fue enterrado ahí. Bien, en este espacio podemos encontrar una inscripción en letra gótica y otro que dice "sepultura del judío". La traducción sería:
"EN ESTA SEPULTURA DEL SUELO ESTÁ ENTERRADO
EL JUDIO Q POR MILAGRO DE DIOS SE TORNÓ +(CRIS)TIANO
E YZO ESTA IGLESIA DE SANT VICENTE DE AVILA
AÑO CCCVII"
Por otra parte, enfrente, está el sepulcro de S. Pedro del Barco mencionado la semana pasada en la entrada sobre las murallas de Ávila.
Volvemos sobre nuestros pasos para llegar al crucero. Elevo la vista para ver el interior de su cimborrio gótico cubierto por una bóveda octogonal y luego la dirijo al ábside central y altar mayor. Por encima del retablo barroco hay una pintura de la Asunción de la Virgen. Por debajo, san Vicente y un poco más abajo sus hermanas: Sabina y Cristeta
Una característica especial de estas capillas es el material utilizado, una piedra arenisca llamada caleña caracterizada por tener unas vetas rojizas (por su contenido en óxido de hierro). Parece que los sillares sangrasen. Son características de la zona y sus canteras están protegidas como reserva para posteriores restauraciones.
Una originalidad de los capiteles de la cabecera: han sido repintados. Ofrecen una imagen a la que no estamos acostumbrados, pero personalmente gusta la iniciativa. Recordemos que los templos el el momento de ser construidos estaban profusamente pintados con vivos colores.
En el segundo tramo de la nave del evangelio unas escaleras nos llevan hasta la cripta que está bajo los ábsides y sigue su planta dando lugar a tres capillas.
Las tres capillas se comunican entre sí. En la capilla del lado Sur asoma la roca viva en la que La tradición afirma fueron arrojados los cuerpos muertos de los mártires y la grieta por la que salió la serpiente que convirtió al judío de la leyenda.
La capilla central alberga una talla del siglo XIII de la patrona de Ávila, la Virgen de la Soterraña (llamada así por su ubicación). Tradicionalmente se dice que santa Teresa de Jesús de camino del Convento de la Encarnación al de San José, pasó por la san Vicente y se descalzó frente a esta imagen como muestra del paso definitivo que iba a dar hacia la reforma carmelitana.
Basílica de S. Vicente, un templo imprescindible a visitar en una visita a Ávila. Pero, la ciudad castellana tiene mucho por ofrecernos y seguramente será objeto de nuevas entradas en https://www.viajarverencontrar.com/
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